(PR/Norma Migueles) Hoy se cumplen 8 años de la extraña desaparición del joven venadense Nicolás Godoy. A pesar del tiempo transcurrido y las circunstancias que rodearon su ausencia, nunca hubo una pista cierta o dato que permitiera saber su destino. En el registro de personas desaparecidas del Ministerio de Seguridad de la Nación está vigente una búsqueda de paradero y por el ofrecen una recompensa de 500 mil pesos a quien pueda ofrecer algún dato.
El joven, que salió en horas de la mañana a hacer un trámite para su abuelo, literalmente se esfumó y nuevos casos ocupan a las autoridades. Cada año mediáticamente hay un tibio recordatorio de como se fueron dando las cosas. La incertidumbre de no saber dónde y cómo está, que pasó ese medio día y por qué su auto fue quemado días después es un secreto que solo él lo sabe.
Antes de ausentarse, Nicolás vivía con su familia a pocos kilómetros del ejido urbano de Venado Tuerto. Es una desaparición que a lo largo de su historia siempre estuvo signada por muchos puntos opacos, que solo han impedido que se sepa qué pasó a las pocas horas de salir de su casa, dónde estuvo o está.
El lunes 14 salió de su casa ubicada en zona rural, cerca de la curva de Pastorino, tenía que hacer un trámite bancario para el abuelo. Pero fue la última vez que al parecer lo vieron. El miércoles 18 por la noche su hermana hizo la denuncia de su falta.
Una serie de sucesos posteriores permitió rehacer lo que venía sucediendo desde el lunes y que tuvo su epicentro cerca del fin de semana, luego de que su hermana hiciera la denuncia el miércoles por la noche sobre la ausencia de Nicolás. El jueves 17 de julio del 2014, minutos antes de la medianoche, en un monte de la zona rural, al sudeste de la ciudad, se escuchó una explosión y altas llamas surgían del incendio de un auto, que luego se determinó era el mismo que usaba Godoy cuando se fue de la casa.
Intervinieron policías y bomberos con rastrillajes en la zona cercana al incendio, en lagunas, zanjones, en el campo donde vivía la familia, sin resultados. Solo un dato más se pudo sumar a la causa: los perros hallaron el último rastro del joven cerca del Parque Industrial, donde habían aparecido abandonados los perros del joven.
Luego la ausencia de datos, de rastros, de información, la familia pidiendo por el joven Nicolás. Pero no hubo una sola pista que diera referencia sobre su posible destino, el cual ocho años después solo sigue siendo una referencia mediática
Qué pasó esa semana?
Nicolás Godoy de 28 años de edad vivía en Campo El Recuerdo, kilómetro 360,5 de ruta 8. El joven se ausentó de su hogar el 14 de julio cuando se dirigió a la ciudad para realizar unos trámites en su Volkswagen Quantum modelo 94, color champagne y la familia no tuvo más noticias de él. Al momento de su desaparición Nicolás vestía pantalón negro de jean, cinto blanco, remera manga larga negra con cuello polo, saco negro de paño y calzaba botas de cuero marrón. El miércoles 16 por la noche su hermana radicó la denuncia de su ausencia luego de tomar conocimiento de que en el Parque Industrial aparecieron dos perros boxer de propiedad del joven y por lo cuales tenía especial cariño y cuidado y a su entender nunca los habría abandonado.
En la noche del jueves, cerca de las 23, una fuerte explosión alteró la tranquilidad de los vecinos de la zona sureste, seguida a los pocos minutos del ulular de las sirenas de bomberos, generando inquietud, ya que no había certeza sobre lo ocurrido.
Ya en las primeras horas de la mañana se supo que en un pequeño monte ubicado a unos 100 metros adentro de un campo que da sobre la ruta provincial 4S, y a unos dos kilómetros de la intersección con Eva Perón, un auto se había incendiado y la explosión arrojó el tubo de GNC y el techo del vehículo por fuera del cerco vegetal, cayendo sobre el trigal que empezaba a nacer en el predio. Sólo hierros retorcidos y quemados quedaron de lo que luego los peritos establecieron era el Quantum propiedad del joven Godoy Lucas.
