(PR) El inestable panorama económico del país, sumado al acto electoral de este domingo y su inesperado resultado, sigue complicando los valores de la canasta familiar de los argentinos.
Uno de los productos que desde hace un par de semanas viene sintiendo los vaivenes económicos, sociales y políticos, es la carne vacuna, que siempre tiene un motivo para alejarse del poder adquisitivo familiar.
“Desde hace dos semanas viene aumentando la carne, con ajustes de un 10% a 12%, pero hoy todavía no aumentó”, señaló Gustavo Randisi, propietario de la carnicería El Establo, del barrio San José Obrero, a VerTV.
Es de destacar que en otros comercios del rubro, este martes recibieron incrementos cercanos al 20%, con lo cual entre la semana pasada y los primeros días de esta ya llevan un acumulado del 30%.
Para afrontar estos aumentos, los consumidores “compran menos y se van a otros cortes más baratos. El consumo bajó bastante, pero hay que seguir adelante con ofertas, buscándole la vuelta para que la gente siga viniendo a la carnicería”.
Randisi reconoció que “con algunos cortes estamos trabajando al costo, y a veces por debajo, para poder atraer clientes. El puchero, la carne picada, están a menos del costo de lo que lo pagamos nosotros”.
Si bien planteó que para comer un asado en familia hacen falta alrededor de 10 mil pesos, el comerciante afirmó que “por suerte la gente sigue apostando al asado del fin de semana. La gente se sigue dando ese gusto”.
En este punto, describió que “las ventas recaen en el día a día y repuntan el fin de semana. Viernes, sábado y domingo se vende bien, pero en la semana está muy tranquilo, por eso le buscamos la vuelta a las ofertas”.
Otro método de compra muy utilizado, y al que se le puede sacar ventaja asistiendo los días en que hay promociones, son las tarjetas, con rebajas que llegan hasta el 35%.
El pronóstico para lo que viene no es demasiado alentador: “La carne va a seguir aumentando porque el animal en pie está caro y sigue subiendo”, aseguró Randisi.
