La problemática de las inundaciones y el estado de la infraestructura hídrica de la región ocupa un lugar preferencial entre las prioridades y urgencias. Con las últimas tormentas, las pérdidas en los pueblos y ciudades de la zona fueron grandísimas. Por ese motivo, el senador Lisandro Enrico promovió un encuentro entre productores y representantes institucionales para la búsqueda de un consenso en el diagnóstico de la situación y la delimitación de unas primeras coordenadas de acción para resolver el problema.
“Tiene que ver con ser consecuente con la primera convocatoria, que tuvo como principal objetivo trabajar en consensuar un diagnóstico de la situación, identificar las posibles causas y cómo atacar esas causas que dificultan los aspectos productivos y comunicacionales. Queremos avanzar en las propuestas, tanto de parte del Estado, como de las instituciones vinculadas con el agro”, afirma Diego Milardovich, titular del Nodo 5, donde se llevó a cabo el encuentro.
La injerencia de la expansión de los agronegocios fue uno de los temas que entraron en discusión. La centralidad de la siembra directa como técnica de cultivo empaña un contexto en el que las problemáticas de la falta de rotación y el deterioro acelerado de los suelos impacta con mucha mayor repercusión. Entre las asistentes estuvo Piru Giraudo, referente nacional de Aapresid y que desarrolla funciones en la cartera de Agroindustria. Sobre el monocultivo y el estado de los suelos, Milardovich comentó que “la postura de Aapresid y de Pilu Giraudo puntualmente, es entender la filosofía de la siembra directa. Porque en sí mismo no es un sistema de trabajo que conspire con la cuestión de las inundaciones. Ahora bien, hay una mala utilización de la siembra directa. Acá el gran problema que tenemos y quedó de manifiesto es que no estamos haciendo un buen aprovechamiento del suelo”.
El cambio político y la decisión de quitar las retenciones apenas comenzada la gestión suponía una descompresión de la situación de los productores, que rechazaban las responsabilidades propias por la falta de fertilización y el poco cuidado en las prácticas agronómicas para la conservación y sustentabilidad de los suelos. “Si haces un solo cultivo no hacés lo que la siembra directa plantea. En definitiva, es una forma de trabajar el suelo. El resto es una decisión política”, cierra el funcionario provincial.
