(PR/GiulianaGhignone) Keyla Juarez es Licenciada en Terapia Ocupacional y a partir de su propia experiencia laboral creó un juguete de manera totalmente artesanal y original para las infancias que hoy se abre paso dentro del abanico de opciones.
“Yo aún era estudiante y se me presentó el desafío de acompañar el proceso de independencia en el vestido y desvestido, con todas las complejidades que eso lleva. Es por ello que pensé en un proyecto para practicar esta actividad diaria a partir un muñeco o muñeca”, cuenta.
“Jugar para un niño es la posibilidad de recortar un trocito del mundo y manipularlo para entenderlo”… consciente de esto Keyla creó “Muñe” un juguete que supo destacarse y ganar un lugar dentro del programa “Emprende Joven” de la provincia de Santa Fe en el 2018.
Respecto del proceso para llegar a su producto final, esta emprendedora cuenta “cuando me puse a diseñarlo, investigué sobre otros muñecos y muñecas y me encontré con que en el mercado existían juguetes que replicaban los estereotipos de género, es decir venían muñecas, con sus accesorios, para niñas y muñecos para varones. Entonces ahí es cuando quise darle otro sentido y pensarlo desde la perspectiva de género de tal forma que no reproduzca la diferenciación y asociación de ciertos colores y acciones en relación al género”.
Hoy, “muñe” es un cuerpo de tela color blanco, el cual los niños y niñas puedan pintarlo, si lo desean, con diversos cortes y colores de pelo y también diferentes estilos de ropa. “A su vez, la idea de que no tenga otros accesorios es para que desarrollen la creatividad y sean ellos quienes lo diseñen. Recuerdo la vez en que una pequeña me preguntó por qué no tenía zapatos, la idea es invitarlos a que, si bien hay elementos que vienen incluidos y pueden intercambiar en el uso, también le agreguen su propia impronta de diseño y realmente sea un juguete construido por cada niño o niña”, explica Juarez.
Este emprendimiento que nació hace ya 5 años se sostiene en el tiempo y hoy su punto de venta en la ciudad es Maderitas San José, Keyla que aprendió el oficio de costura de la mano de su mamá y abuela hoy cuenta con más manos familiares para que esto sea posible y llevar al mercado su aporte para infancias más libres de estereotipos.
