(PR) Como era de prever ante la fuerte devaluación de las últimas semanas y el consecuente incremento de precios de la canasta básica, se registró una dura caída en las ventas de casi todos los rubros, según un relevamiento realizado por la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME).
“Estamos viendo una caída en las ventas de alimentos, medicamentos, fue una Navidad bastante austera, pero era algo lógico y esperable después de las medidas de la liberación y cómo se fueron algunos precios arriba”, razonó el gerente del Centro Comercial, Industrial y Servicios de Venado Tuerto, Ezequiel Coello.
El dirigente recordó que en octubre hubo un salto de precios, se produjo otro luego del balotaje presidencial, y un tercero con las medidas adoptadas por el gobierno de Javier Milei.
“La situación es complicada, los precios en todo lo que es el rubro alimentos están muy altos, y después tenemos un 40% de aumento en prepagas y los combustibles también tuvieron un importante ajuste”, reconoció Coello.
Mirando al futuro, el gerente del Centro Comercial apuntó: “Esperemos que encuentren una solución para que todo esto valga la pena. La solución pasa por frenar la inflación o disminuirla. Encontrar una variable que lleve a que los sueldos y la inflación converjan”.
Paralelamente, consideró que en algunos rubros el mercado logró regular los precios o que, por lo menos, los aumentos no fueran tan notorios ante la caída de las ventas, pero agregó que “todavía hay mucha incertidumbre porque tenemos un DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) y una ley ómnibus que todavía no se aprueba y no se conoce, porque es una locura mandar más de 300 cosas comprendidas en un decreto”.
Para tratar de graficar la situación, Coello recordó que “la crisis de 2001 se dio con deflación (una caída general y continuada de los precios de la economía), ahora si hay una explosión será con un nivel inflacionario muy alto, entonces cómo hará una persona que está afuera del sistema, eso es lo preocupante, y creo que la clase política no tomó real dimensión de esto”.
Para cerrar, el dirigente puso el acento en que muchos empresarios tienen miedo a que se produzca una apertura total de las importaciones, “porque quedarán afuera del sistema. Tenemos costos muy altos, por ejemplo, doble imposición impositiva en muchas cosas. Hay muchos impuestos que las empresas pagan dos o tres veces. Creo que, si lo vamos a hacer bien, en serio, tenemos que sentarnos con tiempo para discutirlo, y hacer la parte tributaria de nuevo”.
