(PR) El campo santafesino quedó conmocionado tras el crimen del encargado de un establecimiento ubicado en el sur de la provincia. Tras este homicidio, ocurrido el domingo pasado, productores agropecuarios reclaman recursos y acciones por parte de la política y la Justicia que garanticen la seguridad en las zonas rurales.
La Federación Agraria Argentina (FAA) planteó que la Justicia no está a la altura. «En los últimos tiempos se multiplicaron y profundizaron los casos de inseguridad rural», sostuvo la entidad, trayendo a colación el robo a una estancia ubicada en jurisdicción de Venado Tuerto que terminó con el asesinato de Daniel Malacalza (66).
«Este hecho es una muestra más de la creciente y preocupante violencia que padecen los productores de las zonas rurales de la provincia de Santa Fe, por lo que necesitamos que los fiscales y la Justicia estén a la altura y empiecen a dar respuestas. Pedimos justicia para todos y que los encargados de dar respuestas ante los episodios de violencia lo hagan, más allá de quién sea la víctima”, agregó.
Según el medio ruralista news.agrofy, FAA planteó al Gobierno: «En las zonas rurales somos víctimas de robos, hechos de violencia y hasta asesinatos, sin obtener respuestas de parte del Estado, que nos cobra los impuestos y con ellos debería protegernos».
El hecho puntual en el que fue asesinado Malacalza ocurrió el último domingo en un campo de Venado Tuerto. Según los datos aportados, el encargado de la estancia murió desangrado luego de recibir un disparo en el abdomen. También fue herido de bala en la pierna y recibió una puntada en la espalda. El cuerpo fue encontrado por su esposa en horas del mediodía. La pareja era la encargada de cuidar el campo.
Se trata de un establecimiento agropecuario de mil hectáreas. Este miércoles, el administrador confirmó que el botín con el que se hicieron los delincuentes no era tan abultado, como se presumía.
Según explicó, había dinero para gastos corrientes, ahorros del encargado y su último sueldo. Los ladrones también se llevaron armas, cuchillos y el celular.
