(PR/Norma Migueles) La movilización de Festram, en “reclamo al Gobernador Omar Perotti” por la apertura de paritarias, consiguió sin dudas llamar la atención pretendida, pero al momento de hacer el balance no todo fue tan positivo. Para muchos sectores fue una medida exagerada, en tiempos donde en medio de una crisis social y económica, debería primar el diálogo y no los intereses partidistas particulares a los que parecen ser afectos algunos sindicalistas, mas allá de reconocer el derecho a peticionar de los trabajadores.
Al respecto y coincidiendo con el llamamiento que hizo el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, el referente del Ministerio de Gestión Pública en la región German Mastri, evaluó que “fue una medida extrema e inexplicable porque el último acuerdo paritario está vigente y en ese marco los sindicatos asociados a la Festram pueden negociar con intendentes o presidentes comunales los adelantos de las cuotas acordadas que se tendrían que pagar en agosto y setiembre. De hecho algunas ciudades como Rosario y otras localidades ya lo han hecho” indicó.
Mastri advirtió, “creemos y respetamos el derecho a la lucha por mejores salarios, sabemos que la inflación hoy es el peor enemigo de la economía de estos trabajadores, que en su mayoría no tienen sueldos muy elevados, pero deben golpear la puerta correcta, el reclamo es a sus empleadores, no a la provincia”.
El funcionario recordó que la provincia es un árbitro, pero quienes acuerdan las mejoras salariales son los representantes de los trabajadores con intendentes y presidentes comunales paritarios, quienes incluso tienen paridad en la representatividad política, en consecuencia “ es inexplicable que reclamen al gobernador algo que ellos tienen que resolver entre las partes , de hecho los docentes, los médicos, no van a reclamar al intendente de su ciudad que les mejoren en salario, se lo pide al gobierno provincial porque de él dependen, lo mismo deberían hacer los trabajadores municipales”, sostuvo.
Y a renglón seguido planteó, “hasta hace dos años, por lo menos en esta ciudad, los reclamos salariales eran a la municipalidad y los dirigentes se sentaban con el intendente a plantear sus necesidades, hoy ese reclamo inexplicablemente se traslada a la provincia”.
