Esta tarde, en conferencia de prensa, el Presidente informó que la cerealera, actualmente en convocatoria de acreedores, será intervenida por 60 días para garantizar la continuidad de la empresa y la conservación de los 7000 puestos de trabajo. El interventor será Gabriel Delgado. El Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para la expropiación, que declarará a la compañía de «utilidad pública».
«Es una decisión estratégica para la economía nacional», afirmó el mandatario, que aseguró que la empresa «iba camino a la quiebra».
Alberto Fernández anunció que todos los activos del Grupo Vicentín serán parte de un grupo fiduciario que estará a cargo de YPF Agro. «Los argentinos tenemos que estar muy contentos porque estamos dando un paso hacia la soberanía alimentaria”, aseguró Fernández al hablar de un mundo pospandemia que va a poner a los alimentos en el centro de la discusión.
Fernández remarcó que Vicentin es «un grupo de gran trascendencia que de un tiempo a esta parte ha expresado una enorme crisis» y remarcó que el plan es rescatar la compañía, proteger los puestos de trabajo y «que los pequeños productores puedan seguir contando con una empresa a la que venderle lo que ellos producen». «Tener una empresa testigo en el mercado de cereales es muy importante», aseguró.
«Ésta no es una empresa próspera que se nos ocurrió expropiar. Es un empresa que estaba en un concurso preventivo de acreedores», aclaró.
Durante la conferencia de prensa, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, aseguró que el rescate del grupo cerealero Vicentín permitirá sostener su «papel central en el mercado agroindustial». Agregó que al Estado le dará la ocasión de contar con una «empresa testigo en el mercado de granos y en el mercado de cambios»
