(PR/Norma Migueles) Este próximo jueves la legislatura santafesina tendrá como tema de debate en sesión extraordinaria la necesidad de reformar la Constitución Nacional. En este marco la Iglesia Católica, a través del Obispo Diocesano Han Lim Moon invita “a reflexionar sobre la importancia de garantizar un equilibrio respetuoso entre la libertad religiosa y el pluralismo, teniendo muy en cuenta la realidad de la mayoría de los santafesinos y su historia católica, y así permitir que cada persona e institución aporte desde su riqueza cultural y espiritual al bien común”.
A través de un extenso documento, firmado por Mons.Sergio Alfredo Fenoy Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y Mons. Matías Vecino Obispo Auxiliar de Santa Fe de la Vera Cruz, del Equipo Arquidiocesano de Pastoral Social – Junta Arquidiocesana de Educación, la Iglesia Católica recuerda la prevalencia de la fe católica en Santa Fe y la importancia de abrir el debate sobre la reforma incluyendo las instituciones.
Entre otros conceptos y defensa de algunos conceptos que cimentan la Carta Magna, advierten “La Constitución vigente declara que “la religión de la Provincia es la Católica, Apostólica y Romana, a la que le prestará su protección más decidida, sin perjuicio de la libertad religiosa que gozan sus habitantes”, en consecuencia evalúan que escindir este precepto, “haría del texto de la Constitución un documento abstracto, desencarnado, sin vinculación real con el pueblo concreto que es creyente, y por lo tanto, ficticio en su capacidad de representar la vida de los ciudadanos que pretende regular”.
Indicado en otro tramo: “Entre los extremos de la confesionalidad (sacralidad) y la neutralidad (laicidad) del Estado hay dos posibilidades intermedias (ambas corresponden a la idea jurídica de secularidad): la libertad religiosa que sostiene la paridad de todos los credos, y la libertad religiosa que reconoce la importancia histórica de la Iglesia Católica en la cultura y la identidad del pueblo santafesino. Es que el catolicismo históricamente ha contribuido y sigue contribuyendo de forma notoria a la idiosincrasia cultural de la gente y a la construcción del tejido social”.
En el párrafo de cierre del documento, completan: “hay otros temas que no podemos dejar de mencionar, aunque sea de pasada, pero que requerirían un debate y un trabajo prolongados, sin innecesarias precipitaciones. Nos referimos a la dignidad de la persona humana desde la concepción y hasta la muerte natural, al derecho a la objeción de conciencia en materia educativa y sanitaria, al valor del cooperativismo y al cuidado de la Casa Común, distinguiendo entre la dignidad de las personas y el valor de los demás seres vivos. Qué gran gesto podría representar para todo el arco social si el año próximo se nos diera la posibilidad, a todas las instituciones y a todos los ciudadanos, de poder discutirlos”.