(PR/RocíoGuzmán) Celeste Iannelli tiene 20 años, estuvo en tratamiento oncológico, escribió su experiencia en las servilletas de un hospital y las convirtió en libro. En sus redes hace videos y publicaciones que convocan a valorar la vida a pesar de las dificultades, y además motiva a sus seguidores sobre la donación de médula ósea.
A los 14 años a la joven le diagnosticaron leucemia que es el cáncer en la sangre, hizo un tratamiento y se curó, pero después de 6 años tuvo una recaída, es decir que la enfermedad volvió, pero a diferencia de la primera vez, Celes requirió un trasplante de médula ósea, pero para recibir eso tuvo que tener un donante 100% compatible.
“Donar es sencillo, no duele y es parecido a donar sangre. La médula es la fábrica de la sangre y la persona que dona su médula, como está sana se le regenera la médula sola. No perdes nada, no duele y le salvas la vida a alguien”, cuenta Celes en sus videos de instagram.
Producto de su primer diagnóstico, volcó toda su experiencia en un libro que llamó “Diario de la Servilleta”; una obra que originalmente nació en las servilletas del baño de un hospital. Hoy está en todas las librerías del país y hasta en formato digital.
Más tarde, llegó “Vivir. No existir” que es una agenda con frases, reflexiones y hasta ejercicios para aprovechar. Ella lo describe como “un diario hecho con amor para vos”.
Lo cierto es que Celeste tuvo que exponerse a más de 70 quimios y rayos, y a un trasplante de médula, su historia es más larga que una simple noticia. Valora todos los días de su vida y se considera “millonaria” tras poder ir volviendo a su vida normal. Tomar un vaso con jugo de pomelo, un sencillo acto que ella anhelaba, se convirtió en un movimiento que denominó “El Pomelazo” y al que se unieron miles de personas.
La historia de Celeste impresiona, motiva e instruye porque cuando se promulgó la Ley de Trasplantes (que dice que todos somos donantes si no manifestamos lo contrario), no se incluyó como donación la médula ósea. No se dona automáticamente.
Según cuenta la muchacha, acá en Argentina son 300.000 los donantes que hay registrados. “Sí, son pocos, porque somos 47 millones de argentinos. Imaginate las pocas chances que tengo de encontrar un donante en Argentina, porque la gente no se registra”, expresó.
La influencer informó que para registrarse se debe ir en la página del INCUCAI, del Ministerio de Salud, ponés médula ósea y hay un mapa donde están todos los centros habilitados. O ir a donde se pueda donar sangre, un hospital o una clínica y preguntar si podés registrarte como donante de médula. Sólo te van a pedir tu consentimiento, y ya quedas registrado.
